viernes, 13 de noviembre de 2015

Ha habido momentos buenos pero mejores contigo creo que no, puede que ahora sea nuestro mejor momento, lugar y situación. Seguramente ambos nos lo merezcamos; significamos mucho el uno para el otro, demasiado diría yo, quizá no lo has pensado pero me jugué mucho y nunca te he considerado perdido, al contrario, he sentido que cada año se sumaba a nuestra historia y así ha sido, cada mirada era una más pero con una importancia maravillosa, se iba añadiendo a una lista de emociones incontrolables y joder, menudas emociones, son esas en las que la sonrisa no se me va de la cara, en la que hablamos idiomas incomprendidos, que no sabemos qué estamos diciendo pero lo sentimos, lo sentimos positivo, y si es negativo se cambia o se deja que pase el tiempo, que llegue el momento y la atracción enfrentada de la que tanto se habla. Y sino ¿qué más dará? Te tengo, te he tenido siempre y siempre te tendré, no me refiero a posesión, ni lo quiero, sino a corazón, porque te quiero a ti y eso está por encima de todo, me comprenda quien me comprenda te prefiero feliz sin mí a infeliz conmigo, como te he dicho nunca te sentiré perdido, si eres tú él que me encuentra.

martes, 3 de noviembre de 2015


A estas alturas, me sigue dando miedo perderte quizá sea porque te tengo en mi vida desde hace mucho, y no sé lo que es no tenerte, bueno aún así prefiero no saberlo; no es que te necesite pero me he hecho a levantarme y ver si me has enviado un mensaje y sino enviártelo yo, o dejar que pase parte del día por si me dices de vernos, no sé, pienso que así estamos bastante bien, ¿no crees? Pero también quiero salir por ahí contigo, darte la mano cuando me venga en gana, y que me mires sonriendo como si te sorprendiese, probarme delante de ti camisetas, blusas y jerseys y que me lleves la contraria aunque sea para picarme y que no se te vaya la sonrisa de la cara cuando estás conmigo, sé que lo nuestro no es muy normal, no es como las relaciones del resto, es un medio contigo, pero no sin ti, es un “en el momento” y “durante el resto del día”, y no hay quién nos entienda, es diferente y no sé si lo ves o lo que piensas pero yo lo que pienso es esto y lo veo todo claro.

Déjame decirte que..


Déjame decirte que..

No quiero dormir contigo para que al día siguiente antes de despertarte pueda contarte los lunares de la espalda y saber que eres mío. 
Quiero sentarme a tu lado en la cama, hablar de algo, lo que sea, que estemos a gusto y comiences a mirarme como siempre me miras cuando ya no aguantas más, que me cojas de la barbilla y me des un beso aunque yo siga diciéndote que no, que me mires a los ojos y veas que estoy igual que tú, en la misma situación, aunque a veces no quiera reconocerlo. Quiero que acabemos tumbados y que no te apetezca despegarte de mi lado, que nos durmamos abrazados el uno al otro y al despertarme a media noche me encuentre tus brazos rodeándome y presionándome contra tu cuerpo, que al moverme abras los ojos un poquito solo para preguntarme si estoy cómoda y vuelvas a dormirte. Que por la mañana, si me despierto yo primero pueda contemplarte dormido y si te despiertas tú, me contemplarás un instante más y comenzarás a inquietarte, me quitarás ese mechón de pelo de la cara, y me darás un beso en la mejilla, todo ahí cambiaría, depende si me despierto o sigo dormida, pero no te moverías, no dejarías a la sábana interponerse entre nosotros, tal y como no dejas al aire cuando me tienes cerca.
No es que no quiera que seas mío, es que no quiero decirlo, ni ir promulgándolo para que sea cierto, quiero que tú te lo consideres, que nos tengamos cariño, que no te acobardes al decir lo que tenemos o lo que somos. Que reconozcas que piensas en mí si lo haces, y que me cojas de la mano si te da la gana cuando vamos por la calle a kilómetros de distancia, esté quien esté, que me dejes en la puerta del portal y que no se te olvide darme el último beso, pero por ese día que sino no aguantamos.

A lo mejor nada es como antes, pero es que no tiene por qué serlo, tampoco es que haya necesidad de que lo sea, hay que vivir diferentes historias para luego saber con cual quieres quedarte aunque no puedas volver a pasar por ella, por eso hay que disfrutar en el momento y es que todos ellos son adecuados.

Pasado.

A lo mejor ya no queda nada, fueron todo ilusiones vanas, miradas que contagiaban lágrimas cuando pasabas de la esquina porque me hacías recordar el pasado, un pequeño pasado junto a ti y ahora, es imposible olvidarte

La magia de la mirada.


Sostenme la mirada, los dos sabemos lo que hay, la gente se sorprende, pregunta y sonríe, lo que ni imaginan es que es imposible que te igualen, que te miren y te vean por dentro, tal y como yo lo hago, tal y como tú eres.

Quedemos para hablar..


Quedemos para hablar.. 

Quedemos para hablar de nosotros. Volvamos a intentarlo, que por un quinto ruedo ya no queda lugar para matarse un poco más de la cuenta.
Hablemos en ese lugar. No me preguntes cuál, lo sabes sin que lo diga. Ese lugar nuestro en el que se nos olvida la importancia de decir adiós.
Y ahí podemos pintar una historia paralela, un nosotros que nunca fue pero que irónicamente siempre será. Podemos pensar que es posible sentir el tacto a kilómetros unos cuantos centímetros más cerca. Podemos imaginarlo, no hay que esforzarse mucho, solo si nos olvidamos de que yo no soy de dar de más y tú ya estás de menos.